a Marcelo Maluenda...

Acabo de enterarme de algo muy triste…. Es que uno nunca está preparado para recibir las malas noticias… pero así es la vida de rompe y raja, te quiero en los más profundo de mi corazón, y siempre has sido mi papá, tuve una infancia tranquila, movida, de altos y bajos… fui feliz, aprendí muchas cosas, me enseñaste otantas… hoy me gano la vida con lo que tú me enseñaste… a dibujar, y siempre miraba tus dibujos, me gustaban mucho, bien sicodélicos acordes a tu juventud y a la época que vivías, de colores y figuras abstractas que no eran nada figurativo, pero eran dibujos únicos, jugamos tanto cuando era niña, y todo siempre era un juego, para ti… siempre fuiste un niño, irreverente, irresponsable, tu vida termina hoy, de abrupta manera, hoy decidiste tu fin… esta mañana cuando iba a trabajar, poroto me llevaba a mi reunión y pasamos por el barrio lastarria, y mirar desde la alameda hacia lastarria, me vino de inmediato el recuerdo de cuando caminábamos hacia la placita que está en lastarria y donde jugaba yo muy contenta y tú me acompañabas, tantas plazas…. Juegos parques y lugares de Santiago… las agüitas de colores, el parque de las esculturas, en fin… una vida que tuvimos juntos hasta que se separaron con mi mamá… bueno desde ahí nos separamos, y empecé a verte de otra forma, no entendía porque se habían separado y porque dejaría de vivir junto a ti… bueno para ti también fue alejamiento, y sentía amor y odio hacia ti, no comprendía tu alejamiento, no comprendí porque habías dejado de jugar conmigo… en fin, comprendí mucho tiempo después, que te había dolido tanto como a mí el separarnos… y como somos de la misma sangre, frentes a dolor negamos cualquier acción, cuando tenía como 17 años… en uno de esos retiros espirituales, donde te hablan de dios y la iglesia, me llego una carta tuya, carta que guardo como un gran tesoro, y es ahí donde me reencuentro contigo, y donde sano las heridas, perdone a mi corazón después de haberte negado, perdone tu dolor, tu alejamiento, y te nos volvemos a reencontrar, y así pasaron episodios de en la vida que nos unieron, y siempre te sentí conmigo, la muerte del abuelo, mi matrimonio, el nacimiento de mi primera hija, hasta tu matrimonio, que te vi tan feliz, pero como siempre nunca convencido, lo pasamos increíble, y nos dijimos de todo, fue ahí recién ahí donde ambos nos perdonamos con el corazón, y no sabes cual feliz me sentía… estuviste en mi casa, con mi hermano, y me sentí en familia, algo que desde hace mucho no lo sentía. Hoy cuando me entero de tu partida, me duele el corazón nuevamente, por no haberte visto, por no habernos hablado, o por lo menos habernos despedido, pero no fue así, y dentro de mí en lo profundo de mi alma, siento solo amor, hacia el hombre que me dio la vida, hacia el hombre que me enseño, y solo me dio amor, desde su punto de vista. Gracias Marcelo por haber existido… sin ti no estaría acá….
Te amo papá…..